Estos diez puntos son mi testimonio
personal de los efectos de creer en los cinco puntos del Calvinismo.
Acabo de terminar de enseñar un seminario sobre este tema y lo miembros
de la clase me pidieron que publicara estas reflexiones para que
pudieran tener acceso a ellas. Estoy feliz de hacerlo. Ellos por
supuesto, asumen que el contenido del curso, que está disponible en línea
en la página wed de Deseando a Dios, pero los voy a escribir aquí con
la esperanza de que puedan estimular a otros, como las personas de
Berea, a buscar si la Biblia enseña lo que yo llamo “Calvinismo”.
1. Estas verdades me hacen admirar a Dios y me guían profundamente a la adoración teocéntrica.
Recuerdo cuando por primera vez vi,
mientras enseñaba Efesios en la universidad “Bethel” a fines de los años
setenta, la triple declaración de la meta de todo el trabajo de Dios:
“para la alabanza de la gloria de su gracia.” (Efesios 1:6, 12, 14)
Eso me ha llevado a ver que no podemos
enriquecer a Dios y que por lo tanto, su gloria brilla con más
intensidad no cuando intentamos atender a sus necesidades, sino cuando
nosotros estamos satisfechos en él como la esencia de nuestros actos.
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la
gloria por los siglos.” (Romanos 11:36) La adoración se convierte en un
fin en sí mismo.
Eso me ha hecho darme cuenta de cuan
deficientes e inadecuados son mis afectos. Tanto que los salmos de
anhelo toman vida y hacen que la adoración sea intensa.
2. Estas verdades me ayudan a protegerme del jugar con cosas divinas.
Unas de las maldiciones de nuestra
cultura son la banalidad, la lindura, la astucia. La televisión es el
primer sustentador de nuestra adicción a la superficialidad y la
trivialidad.
Dios es arrastrado a esto. Y como consecuencia, el jugar con las cosas divinas.
La seriedad no es excesiva en nuestros
días. Puede que lo haya sido alguna vez. Y sí, hay desequilibrios en
ciertas personas que no parecen ser capaces de relajarse y hablar de
otras cosas.
Robertson Nicole dijo sobre Spurgeon: “El
Evangelismo del tipo humorístico [podríamos decir, crecimiento de la
iglesia del tipo publicitario] podrá atraer multitudes, pero descansa en
cenizas y destruye las gemas mismas de la religión. Es a menudo pensado
que el señor Spurgeon fue, por aquellos que no conocen sus sermones, un
predicador humorístico. De hecho no había otro predicador cuyo tono
fuera más uniformemente serio, reverente y solemne.” (Citado en “The
Supremacy of God in Preaching”, p.57)
3. Estas verdades me hacen maravillarme de mi propia salvación.
Después de exponer la gran salvación que
Dios ha forjado en Efesios 1, Pablo ora en la última parte de ese
capítulo, que el efecto de esa teología sea la iluminación de nuestros
corazones para que nos maravillemos ante nuestra esperanza, ante las
riquezas de la gloria de nuestra herencia y ante el poder de Dios que
obra en nosotros, es decir, el poder de levantar a los muertos.
Todo motivo para jactarse es quitado; el gozo del corazón contrito y la gratitud abundan.
La piedad de Jonathan Edwards comienza a
crecer. Cuando Dios nos ha dado a probar una muestra de su propia
majestad y nuestra propia maldad, la vida cristiana se convierte en algo
muy diferente a la piedad convencional. Edwards lo describe de manera
hermosa cuando dice:
“Los deseos de los santos, aunque
fervorosos, son humildes deseos: su esperanza es una humilde esperanza y
su gozo, incluso cuando es inexpresable y lleno de gloria, es el gozo
humilde de un corazón quebrantado que deja al cristiano más pobre de
espíritu y más como un niño pequeño, dispuesto a una universal humildad
de comportamiento.” (Afectos Religiosos, New Haven, Yale University
Press, 1959, pp. 339f)
4. Estas verdades me hacen estar alerta a sustitutos centrados en el hombre que se presentan como buenas noticias.
En mi libro, “Los placeres de Dios”
(2000) págs. 144-145, muestro que en Nueva Inglaterra durante siglo
XVIII el dejar de lado la soberanía de Dios dió lugar al arminianismo y
eso al universalismo y eso al unitarinismo. Lo mismo pasó en Inglaterra
en el siglo XIX después de Spurgeon.
En el libro de Iain Murray, “Jonathan
Edwards: Una nueva biografía” (Edinburgh: Banner of Truth, 1987) p.454,
se documenta lo mismo: “Las convicciones calvinistas menguaron en
América del Norte. En el proceso de la decadencia que Edwards había
correctamente anticipado, esas iglesias Congregacionales de Nueva
Inglaterra que habían abrazado el arminianismo después del Gran
Avivamiento se movieron gradualmente al unitarinismo y el universalismo,
encabezadas por Charles Chauncy.”
También puedes leer en el libro “En busca
de la santidad” (“Quest for Godliness”) de J. I. Packer (Wheaton, IL:
Crossway Books, 1990) p. 160, como Richard Baxter abandonó estas
enseñanzas y como las generaciones posteriores recogieron una cosecha
sombría en la iglesia de Baxter en Kidderminster.
Estas doctrinas son un baluarte contra
enseñanzas centradas en el hombre que en muchas maneras corrompen
gradualmente la iglesia y la hacen débil desde el interior, al mismo
tiempo que parecen fuertes o populares.
1ª de Timoteo 3:15, “La iglesia del Dios viviente [es] columna y baluarte de la verdad.”
5. Estas verdades me hacen lamentarme por nuestra cultura secular la cual está enferma y minimiza a Dios.
Apenas puedo leer las noticias, ver un anuncio en la televisión o ver una cartelera sin sentir la carga de la falta de Dios.
Cuando Dios es la realidad principal en
el universo y es tratado como una no-realidad, tiemblo ante la ira que
está siendo acumulada. Estoy en shock. Muchos cristianos están
anestesiados con la misma droga con la quelo está el mundo. Pero estas
enseñanzas son un gran antídoto.
Y oro por un despertar y un avivamiento.
E intento predicar para crear un pueblo
que está tan saturado con Dios que mostrará a Dios y hablará de Él en
todas partes y todo el tiempo.
Existimos para afirmar una y otra vez la realidad de Dios y su supremacía en todos los aspectos de la vida.
6. Estas verdades me hacen estar
confiado de que la obra que Dios planeó y comenzó, la terminará, tanto
globalmente como personalmente.
Este es el significado de Romanos 8:28-39
28Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó. 31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. 37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
7. Estas verdades me hacen ver
todo a la luz de los propósitos soberanos de Dios; que de El, por El y
para El son todas las cosas, a El sea la gloria para siempre.
Todo en la vida se relaciona con Dios. No
hay compartimento donde El no sea sumamente importante y el que da
sentido a todo. 1ª de Corintios 10:31.
Ver el propósito soberano de Dios
desarrollado en las Escrituras y oír a Pablo decir que “El obra todas
las cosas conforme al consejo de su voluntad” (Efesios 1:11) me hace ver
el mundo de esta manera.
8. Estas verdades me hacen tener
esperanza de que Dios tiene la voluntad, el derecho y el poder para
responder oraciones que piden que las personas sean cambiadas.
La garantía de la oración es que Dios
puede irrumpir y cambiar las cosas, incluyendo el corazón humano. El
puede cambiar la voluntad completamente. “Santificado sea tu nombre”
significa: haz que las personas santifiquen tu nombre. “Que tu palabra
corra y sea glorificada” significa: haz que los corazones se abran al
evangelio.
Deberíamos tomar las promesas del Nuevo
Pacto y suplicarle a Dios que las lleve a cabo en nuestros hijos, en
nuestros vecinos y en medio de los campos misioneros del mundo.
“Dios, quita de su carne el corazón de piedra y dales un nuevo corazón de carne” (Ezequiel 11:19)
“Señor, circuncida sus corazones para que te amen.” (Deuteronomio 30:6)
“Padre, pon tu Espíritu en ellos y haz que anden en tus estatutos.” (Ezequiel 36:27)
“Señor, dales arrepentimiento y el conocimiento de la verdad para que escapen del lazo del diablo.” (2ª de Timoteo 2:25-26)
“Padre, abre sus corazones para que crean el evangelio” (Hechos 16:14)
9. Estas verdades me recuerdan
que el evangelismo es absolutamente esencial para que la personas vengan
a Cristo y sean salvos; y que hay una gran esperanza de éxito en guiar a
las personas a la fe, pero que la conversión no depende finalmente de
mí o está limitada por la dureza del incrédulo.
Por lo tanto, le da esperanza al evangelismo, especialmente en los lugares difíciles y entre los pueblos difíciles.
Juan 10:16, “Tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz.”
Es el trabajo de Dios. Lánzate a éste con abandono.
10. Estas verdades me hacen estar seguro de que al final Dios triunfará.
Isaías 46:9-10: “Yo soy Dios, y no hay
otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, que declaro el fin desde el
principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: ‘Mi
propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.’”
Recapitulando: Dios obtiene la gloria y nosotros obtenemos el gozo.
©2013 Desiring God Foundation. Used by Permission.
Jonh Piper
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