TEMA: LIMPIA EL CALZADO DE TUS PIES
Joh 13:3 sabiendo Jesús que el Padre le
había dado todas las cosas en las manos,
y que había salido de Dios, y a
Dios iba,
Joh 13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Joh 13:5 Luego puso agua en un
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de
los discípulos, y a enjugarlos con la
toalla con que estaba ceñido.
Joh 13:6 Entonces vino a Simón
Pedro; y Pedro le dijo: Señor,
¿tú me lavas los pies?
Joh 13:7 Respondió Jesús y le
dijo: Lo que yo
hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
Joh 13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
Joh 13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor,
no sólo mis pies, sino también
las manos y la cabeza.
Joh
13:10 Jesús le
dijo: El que
está lavado, no necesita sino lavarse
los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Joh 13:11 Porque
sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios
todos.
Todos los días caminamos por
calles hechas por hombres que en algunos casos son calles de tierra que por su
naturaleza ensucian hasta el mas limpio de nosotros. Las calles de tierra
cuando son expuestas a la lluvia o al agua en cantidades se convierte en lodo y
este suele aderirse a nuestros zapatos suele aderirse a nuestro calzado. Nunca
es un lodo agradable nadie dira que bonito fragmento de tierra este que tengo
en mi zapato, que bonito se ve el lodo en mis pies. No desde luego que no
cualquier persona en su sano juicio tratara al lodo como tal. Como algo que es
ajeno a nuestra vestimenta y debe de ser quitado, debe de ser lavado. Es
necesario pues que identifiquemos el lodo antes de tratar de quitarlo.
Nota:
La tarea de lavar los pies era
la tarea que se le asignaba al mas humilde de los criados. El de menor
jerarquía era el encargado de lavar los pies de los invitados de su Señor.
Lebrillo:
Vasija, normalmente
de barro vidriado, y de forma redondeada, más ancha por el borde que por el
fondo, y que se usa sobre todo para lavar y fregar.
Es una artesanía
que tenía las dimensiones necesarias cabian tus pies cómodamente y daba espacio
para que el que limpiara lo hiciera con facilidad.
Debemos estar
dispuestos a seguir el ejemplo de Cristo
Y lavar los pies de
aquel que camina con pecado a causa de nuestros comentarios o de nuestra
falsedad
*. Cuando nuestro mensaje esta sucio
nuestro paso dejara huellas sucias.
Eph 4:1 Yo pues,
preso en el Señor, os ruego que
andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
Verdaderos
cristianos pueden errar en su visión y en su llamado cuando por descuido o
ignorancia pasan por alto la autoridad de la palabra y juzgan los asuntos del
ministerio con doctrinas humanas o hasta doctrinas de demonios.
El
error es una particula tan pequeña que suele abordarnos de manera imperceptible
pero es tan dañina que solo necesita un poco de espacio para al igual que el
cáncer ir dañando el cuerpo de Cristo.
Aunque andemos en
el camino correcto nuestro andar no será claro a menos que nuestro calzado este
siempre limpio.
Por eso es
necesario tomar mucha consideración de las advertencias que la palabra nos da
al respecto.
1Co 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
2Co 13:5 Examinaos a
vosotros mismos si estáis en la fe;
probaos a vosotros mismos. ¿O no
os conocéis a vosotros mismos, que
Jesucristo está en vosotros, a menos que
estéis reprobados?
¿Y como nos
examinamos o como nos limpiamos el calzado?
Con el único
estándar infalible de fe y conducta. Siendo confrontados con la palabra para
reconocer en que estamos pecando y rindiéndonos delante del único que puede
limpiar nuestro calzado.
Debemos procurar
examinarnos a diario para que nuestro calzado este limpio todo el tiempo
(anécdota del
colegio y el calzado)
Cuando nuestro
calzado está cargado de lodo por donde andemos dejaremos escombros de nuestra
suciedad. En el caso del lodo si usted anda por las calles de tierra no se
notara mucho pero si cuando entre a alguna casa donde haya orden.
Cuando estamos
cargados por algún pecado cualquier cosa que nos pase sacara lo peor de nostros
porque habremos hecho un boquete.
Pero debemos dejar
claro algo.
*. Es necesario que identifiquemos el
lodo antes de tratar de quitarlo.
“Nadie trata de
limpiarse algo que no tiene”
Todos aquellos que
no saben que están mal en algo no pueden trabajar en ello ni pueden
arrepentirse porque para ellos todo esta bien.
2Co 13:5 Examinaos a
vosotros mismos si estáis en la fe;
probaos a vosotros mismos. ¿O no
os conocéis a vosotros mismos, que
Jesucristo está en vosotros, a menos que
estéis reprobados?
Debemos entender
que somos cartas leídas delante de los demás y procurar tener especial cuidado
sobre nuestra conducta ya que esta habla tan fuerte de nosotros que las
palabras que pronunciamos no tiénen la misma fuerza.
*. Cuando somos justificados por Dios
somos lavados por su sangre y nuestro cuerpo ha sido crucificado con Dios.
Joh
13:10 Jesús le
dijo: El que
está lavado, no necesita sino lavarse
los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Joh 13:11 Porque
sabía quién le iba a entregar; por eso
dijo: No estáis
limpios todos.
Si hemos reconocido
a Cristo como nuestro salvador y nuestro redentor pero sobretodo como nuestro
Señor entonces veremos como hemos pasado de muerte a vida. Hemos pasado del
reino de las tinieblas a la luz de Dios.
Ya no estamos
manchados por los pecados que se enseñoraban sobre nuestras vidas sino que
ahora estamos rendidos a Dios.
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no
heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.
Algo que debemos
entender es que al ser justificados por Dios ya no hay hombre nuevo al cual
acusar. Somos nueva criatura y hemos sido salvados por Dios del dia de su justo
juicio.
Rom 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de
Dios? Dios es el que justifica.
Rom 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun,
el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.
*. Cuando el barro de este mundo se
incrusta en nuestro calzado es necesario lavarlo.
Joh 13:6 Entonces vino a Simón
Pedro; y Pedro le dijo: Señor,
¿tú me lavas los pies?
Joh 13:7 Respondió Jesús y le
dijo: Lo que yo
hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
Joh 13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
En ocasiones somos
tan arrogantes que creemos que somos perfectos “la ultima coca cola en el
desierto” nos creemos suficientes y no nos rendimos a Dios para que el sea
quien nos limpie y nos purifique. Venimos como Pedro diciendo “no me lavaras
jamás”
Queremos hacerlo
por nuestra propia cuenta.
Cuando andamos por
este mundo siempre por mucho que nos cuidemos podemos caer en pecado la biblia
me dice que si yo digo que no peco me engaño a mi mismo.
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos
pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros.
Queramos o no
pecamos por descuido o por ignorancia pero pecamos. Y por lo tanto sufrimos las
consecuencias de nuestro andar diario. No con consecuencias eternas porque como
hemos hablado en el pasado una vez que hemos sido salvos permanecemos en esa
salvación pues esta no se pierde.
Pero aun asi
nuestra comunión con Dios se afecta cuando pecamos y muchas veces es como un
boquete que se hace en una pared. Que no derriba la pared pero la hace
vulnerable.
Una de las razones
por las cuales no nos preocupamos tanto por estar en completa paz con Dios es
porque directa o indirectamente no valoramos una relación sana con nuestro
Dios.
¿Tu me lavas los
pies?
¿Se acuesta usted
todos los días sin antes ponerse a cuentas con Dios?
Joh 13:8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
*. La manera de lavarnos es dejar que
sea el maestro quien lo haga por nosotros.
2Co 7:1 Así que, amados,
puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios.
Cuando venimos a el
arrepentidos por nuestras culpas por nuestras inmundicias y por todo lo que se
refiera al pecado hay promesas que nos hacen descanzar.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Conclusion:
Si ya has sido
lavado por la sangre del cordero solo necesitas lavar el calzado de tus pies. Si
te encuentras lleno de sucio en tu calzado si tu andar no ha sido limpio
delante de Dios si has pecado y el barro no te deja andar firmemente. Si los
pasos que dan no dejan huella clara y tu testimonio no es el mejor. Este es el
dia en que antes que el año acabe puedas decirle a Dios que lo necesitas. Que
quieres que te lave, que te limpie y que tus pasos sean firmes y claros.
De tal
manera que limpiemos el sucio de nuestros pies para que caminemos a paso firme
dejando una huella clara, no corrompida ni deforme.
Démosle
la gloria a Dios en todo tiempo y recurramos a nuestro único mediador ese que
esta sentado a la diestra de Dios padre como sumo sacerdote abogando por nuestra
causa.
Ese que
marcho hacia la cruz del calvario para pagar el precio que era necesario para
que tu y yo fuésemos limpios y sin mancha delante del padre
Para
que no sufriéramos la ira de Dios sino que alcanzaramos la gracia que
necesitábamos
Aquel
que lavo nuestras inmundicias y que desea que cuando nos contaminamos por este
mundo pecaminoso que lo único que quiere es separate de Dios puedas venir a él
y decir ¡lavame Señor si lávame! Necesito de ti.
Oremos.
Click en el video para ver la predicación
Hecho por: Angel Vidal Ramírez
Para: Manantiales en el Desierto, El Paraíso, El Paraíso, Honduras
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