Lucas 23:26 Y
llevándole, tomaron a cierto Simón de
Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la
llevase tras Jesús.
Su cuerpo estaba golpeado por muchas heridas hechas por el
látigo del soldado que abusando de su autoridad golpeo indiscriminadamente su
cuerpo hasta el cansancio. Su sed era tal que su cuerpo deshidratado no podía
soportar mas al sol que arremetía a su cuerpo, y aunque su voluntad era firme
su carne se desplomo en tres ocasiones antes de llegar a su destino.
Te parece conocida esta historia espero que si. Es la
historia de Jesús camino a la cruz. Durante su recorrido hacia la cruz su
cuerpo sucumbió ante el cansancio y las heridas provocadas horas antes a su
ejecución. Pero hay algo de este relato que me enseña mucho, si bien Jesús es
Dios en ese momento su fragilidad humana fue palpable al observar que cayo en 3
ocasiones.
Cuantas veces en nuestro camino hacia la vida eterna nos
vemos en esa situación. en la que cargando nuestra cruz sentimos desfallecer y
caemos agobiados por el cansancio o las circunstancias que nos absorben. La
sequía espiritual es tal que no podemos soportar el sol incontenible de la
critica? o los latigazos de indiferencia? Se que muchos han estado ahí porque
somos humanos y nuestra naturaleza puede vencernos en algún momento.
Pero hay otro personaje de este relato de quien quisiera
hablar y es de Simón de cirene ese hombre que estuvo a la par de Jesús en el
momento que no podía cargar físicamente con su cruz. Y es que todos debemos
tener alguien que en los momentos mas adversos podamos contar con ellos para
que nos ayuden a cargar nuestra cruz con algún consejo, oración o lo que sea
necesario para ponernos en pie y seguir la marcha.
Y sin embargo en ocasiones no le damos el valor que se
merece a esas personas que pidiendo o no su ayuda nos anima a seguir adelante.
Te pregunto hoy hay alguien en tu vida que cuando lo has necesitado ha estado
ahí con la palabra justa para ayudarte a salir de esa situación? Si es así eres
una persona muy bendecida porque aunque tus fuerzas falten Dios te ha enviado a
alguien a que te socorra.
Te invito a que hoy busques a ese Simón en tu vida que ha
estado ahí para ti y le agradezcas por ser la mano de Dios que te ayuda en esos
momentos. Pero mas allá de eso te exhorto a que te conviertas en ese Simón de
cirene para alguien mas y puedas servir de apoyo para aquel hermano que esta
sufriendo o desanimado no puedes esperar a que lo haga otro el llamado es hoy,
el llamado es para ti. Estas dispuesto a hacer lo que se necesita o estas
demasiado cómodo en el suelo esperando a que otro te levante para volver a
acomodarte? ¡Hoy es el día! ¡Este es el momento! aceptaras el llamado? Espero
que si.
Hecho por: Angel Vidal Ramírez
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