“el viento
nunca sopla para el marinero que no sabe a que puerto se dirige”
Pro 14:12 “Hay camino que al hombre le parece
derecho;
Pero su
fin es camino de muerte.”
Hay
momentos en la vida en la que sentimos de parte de Dios movernos a otras
latitudes, lo hacemos cuando decidimos en que congregación formar parte, a que
grupo de crecimiento pertenecer o que casa he de comprar o el trabajo que
debemos de tener… los casos pueden variar dependiendo de la situación. Lo cual
es completamente normal inclusive sano ya que el estar en movimiento continuo
produce en nosotros crecimiento espiritual.
Pero el problema no es que queramos o
sintamos movernos… el problema esta cuando no sabemos hacia donde nos
dirigimos. Pro 14:12 “Hay
camino que al hombre le parece derecho;
Pero su
fin es camino de muerte.”
Y no
debemos pasar por desapercibido este versículo por corto que parezca enseña una
gran verdad ya que en muchas ocasiones mientras nos movemos (en el ambiente
espiritual) tomamos el camino que consideramos correcto cuando en verdad es un
sendero oscuro que nos lleva a la perdición. Y casi siempre es porque en
nuestro sistema de navegación estamos utilizando una brújula rota. Y es que
aunque este instrumento es muy preciso y muy útil en las manos indicadas para
guiarse hacía la dirección que queremos llegar en ocasiones al exponerse a
agentes externos pierde su viabilidad. Por ejemplo una brújula cuando es
expuesta bajo alcance de un imán comienza a descontrolarse. De la misma manera
pasa con nosotros cuando estamos al alcance de el pecado e influenciados por el
podemos caer en el engaño de que estamos dirigiéndonos por el camino correcto
cuando nuestra brújula esta rota. Y es que el pecado puede ha llegar a ser tan
grande en nuestras vidas que pensamos en llamar a las situaciones de otra
manera. Por ejemplo no es envidia son celos ministeriales… no es que la manera
en la que habla es el mensaje que transmite. Y no nos equivoquemos en esto
cuando tenemos la brújula en perfecto estado sabemos diferenciar una cosa de la
otra. Pero sucede que al exponernos al pecado y esto es cuando lo consentimos
en privado muchas veces aparentamos santidad pero no somos mas que sepulcros
blanqueados, por lo cual nos dirigimos a
un final atroz.
Lo más
triste de esto es que en ocasiones arrastramos a las personas que amamos e
inclusive a aquellas que por inmadurez espiritual nos siguen ciegamente. Por lo
tanto debemos de cuidar que nuestras vidas siempre sean integras analizándolas
bajo la perspectiva del verdadero evangelio de Jesucristo para que el Espíritu
Santo sea nuestro guía y podamos dirigirnos a puerto seguro sin temor a
extraviarnos porque la brújula de nuestra vida esta en las manos profesionales
de aquel que resucito al tercer día para mostrarnos que el es el camino la
verdad y la vida. No pierdas mas tiempo; si tu brújula esta rota y tu rumbo
desorientado pídele al señor que te limpie de pecado y que de su mano puedas
llegar al destino que el tiene pensado para ti.
Hecho por:
Angel Vidal Ramírez
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